Volver a las actividades educativas implica un regreso a la rutina. Los niños, además, necesitan hacerlo en las mejores condiciones posibles. Por ello, realizar exámenes de la vista preventivos es perfecto para poder corregir los posibles problemas visuales que afectan al desarrollo de los más pequeños.
Son muchas las afecciones oculares que pueden alterar la salud visual de los niños y una detección temprana puede ser clave para evitar daños permanentes. Por este motivo, es conveniente que los niños visiten al oftalmólogo pediátrico de forma periódica.
La primera revisión de la vista debe de realizarse a edades tempranas (3 años), para así descartar determinados problemas visuales y establecer un seguimiento adecuado.
Cabe destacar que cuando comienza la etapa escolar es muy importante que los niños lo hagan con ciertas garantías de calidad visual. Para ello, se recomienda realizar una revisión de la vista completa durante el regreso a clases. El experto podrá detectar en estas revisiones rutinarias si existe algún defecto visual y, en caso de que sea así, aplicar un tratamiento.
La revista JAMA Ophthalmology, en el año 2015, demuestra que un alto porcentaje de niños en edad preescolar ya tienen problemas visuales sin diagnosticar de forma temprana.
Casi el 70 % de los niños estadounidenses con afecciones de la vista tenían errores refractivos, es decir, miopía, hipermetropía o astigmatismo.
Según el Colegio de Ópticos y Optometristas de la Comunidad Valenciana, se estima que el 50% de los niños que necesitan corrección óptica (gafas) no la llevan porque sus padres desconocen este hecho.
En el caso de que los problemas visuales de refracción permanezcan el niño verá borroso en numerosas situaciones, lo que imposibilita un correcto desarrollo del menor. De hecho, en muchos de estos casos, se genera un déficit de atención de los pequeños, que no cuentan con una correcta salud visual. Por este motivo, revisar la vista de los niños es muy importante para detectar de forma temprana problemas oculares, que puedan ser contraproducentes durante la etapa escolar.
El estudio, además, asegura que el porcentaje de niños sometidos a revisiones de la vista en la etapa preescolar es significativamente bajo. Este hecho hace que muy pocos niños sean tratados de problemas visuales de forma temprana.
El 50% de los niños que necesitan gafas no las lleva porque sus padres no saben que las necesita.
Miopía, es la afección visual más frecuente
Según algunos estudios recientes, la miopía se está convirtiendo en una epidemia a nivel internacional, que comienza a preocupar a los profesionales de la salud visual. Este error de refracción puede ocurrir cuando la córnea es muy curva o el globo ocular es más largo de lo normal.
La miopía puede aparecer por una conjunción de los aspectos anteriores. Si esta afección no se trata, el niño no tendrá buena calidad visual, ya que las imágenes vistas de lejos llegarán borrosas a su cerebro. Una miopía no corregida correctamente puede ocasionar diversos problemas en el desarrollo del menor.
Dificultad en la detección de problemas visuales
La gran dificultad a la hora de detectar los problemas visuales en niños radica en que, en muchas ocasiones, los más pequeños no saben cómo explicar lo que les ocurre. Además, al tratarse de afecciones en edades tempranas, tampoco saben que la visión borrosa que están sufriendo es algo anormal.
De ahí que las revisiones infantiles de la vista jueguen un papel tan importante en el desarrollo de los niños. La detección temprana de cualquier afección ocular juega un papel muy importante, ya que si el problema visual avanza la discapacidad para ver se arraigará mucho más.
Los adultos deben estar al tanto de la salud ocular de los niños. Lo más importante es realizar exámenes de la vista periódicos, que permitan detectar problemas visuales de forma temprana. Pero, además, hay que prestar atención a los signos que pueden estar indicando que un niño no ve bien.
Signos de deficiencia visual infantil
- Guiño de ojos para enfocar la vista.
- Frotarse los ojos constantemente.
- Lagrimeo de los ojos.
- Parpadear más de la cuenta.
- Estrabismo de alguno de los ojos.
- El niño se acerca mucho al libro para leer o a la televisión.
- Durante la lectura se salta líneas.